Nuestra mayor exposición al medio ambiente no es a través de nuestra piel, sino a través del revestimiento de nuestro intestino, que cubre cientos de metros cuadrados. Parece imposible, pero así es.
Las células de la mucosa intestinal presentan en la parte de su membrana que da al interior del tubo digestivo, miles de diminutas microvellosidades, que hacen que el área de dicha membrana sea aproximada a 330 metros cuadrados, más extensa que la superficie una cancha de tenis!
La barrera intestinal que separa el mundo exterior de nuestra sangre está formada por una mucosa, nuestra microbiota y una sola capa de células, más delgada que una hoja de papel! Así debe ser para poder absorber nutrientes y líquidos correctamente.